Más que un café
En la esquina de la Plaza de Trento en Nápoles se encuentra el legendario Gran Caffé Gambrinus. No se trata únicamente de una elegante cafetería que data desde 1860, decorada con Art Nouveau, donde Gabriele D´Annunzio y otros intelectuales se reunían por horas a disfrutar de un buen café y postres.
El Gran Caffé Gambrinus comenzó una hermosa tradición napolitana: el caffé sospeso. Para lo italianos, uno de los grandes placeres de la vida, es beber un buen café. En ocasiones pueden aparcar en segunda fila solamente por un espresso. Nadie debería estar privado de un café. Pensando en el otro, es cómo surgió la tradición en la que un cliente paga por dos cafés. Uno lo bebe y el otro queda suspendido, no pertenece a nadie en particular y cuando alguien no puede pagar, basta con pedir un caffé sospeso.
El dicho napolitano “un va o bar e pac o caffè p’ iss e chi ven aropp p’accumnzza bon a jurnat” que significa: cuando vas a una cafetería, paga dos cafés, para que también alguien más pueda comenzar bien su día; es una gran expresión solidaria.