Klaus Hemmerle
Enero: La plenitud de los tiempos.
6 de enero: Epifanía del Señor
La estrella nos invita a ponernos en marcha, la estrella quiere liberarnos de nuestras ataduras a nosotros mismo o de las ataduras generadas por un mero sistema. La estrella quiere animarnos a caminar, a ponernos en marcha hacia algún lugar donde aún no hemos estado. Eso quiere la estrella. Y esta estrella tiene la peculiaridad de que avanza y se detiene. Avanza a través del desierto en la lejanía, pero permanece quieta sobre la casa.
¿Y sobre qué casa permanece quieta? Permanece quieta por ejemplo sobre mi escuela o sobre mi oficina, ahí, donde tengo mi lugar de trabajo. Ahí se queda la estrella quieta y dice: “Ese es el lugar ¡aquí!” Y cuando vuelvo a mi hogar, entonces permanece quieta sobre mi casa, sobre mi pequeño mundo, ahí se queda quieta la estrella, esta estrella.
Y es estando conmigo mismo que puedo encontrar a aquel, que es de quien depende mi vida. Pero estando conmigo mismo solo puedo encontrar aquel, de quien depende mi vida cuando descubra…que la estrella permanece quieta también sobre la casa de mi prójimo. Ahí es donde debo encontrar a Jesús.
(Tomado de una homilía del 6 de enero de 1993)
6. Januar, Erscheinung des Herrn
Der Stern lädt uns ein zum Aufbruch, der Stern will uns losketten von unserer Verfangenheit and uns selbst oder an ein bloßes System, er will uns zum Gehen bringen, zum Aufbruch, irgendwohin zu gehen, wo wir noch nicht waren. Das will der Stern. Und dieser Stern hat es an sich, daß er weiterzieht und daß er stehenbleibt. Er geht durch die Wüste hindurch in die Ferne hinein, aber er bleibt stehen über dem Haus. Und über welchem Haus bleibt er stehen? Er bleibt stehen beispielsweise über meiner Schule oder meinem Büro oder dort, wo ich sonst meine Arbeitsstelle habe. Da bleibt der Stern stehen und sagt: „Da ist der Ort, hier!“ Und wenn ich dann wieder heimkomme, dann bleibt er stehen über meinem Haus, über meiner kleinen Welt, da bleibt er stehen, dieser Stern. Bei mir soll ich den finden, auf den es ankommt. Aber ich finde ihn, auf den es ankommt, bei mir nur, wenn ich entdecke: Der Stern bleibt auch stehen über dem Haus meines Nächsten. Dor soll ich Jesus finden.
(Aus einer Predigt, 6.1.93)
Tomado de: Gottes Zeit – unsere Zeit. (El tiempo de Dios – nuestro tiempo) Selección y edición de Erich Strick. Editorial Neue Stadt. Múnich. 1995. Traducción: FG.
Foto: Mauricio Fajardo
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