Klaus Hemmerle
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Enero: La plenitud de los tiempos
Primero de enero, Año nuevo.
El camino que debemos andar, es un camino cuyo inicio y final no están marcados por una ambigua procedencia y un ambiguo rumbo; el inicio y el final están marcados por aquel, que puede decir de sí: Yo soy el Alpha y la Omega, yo soy el Inicio y el Fin. En efecto, él es el señor del tiempo. Es más poderoso que todos los poderes, más poderoso que el tiempo, su transcurrir y su caducidad. Pero su poder tiene un nombre, el maravilloso nombre del amor. Él se interesa por nosotros, piensa en nosotros, nosotros somos el eje secreto en torno al cual gira su eternidad, en torno al cual gira su vida. Nos lleva desde siempre en el corazón, y nos seguirá llevando siempre en el corazón, cuando todo haya pasado.
(Tomado de una prédica de una celebración por la mañana transmitida en la Estación alemana del oeste, 1 de enero de 1976)
Tomado de: Gottes Zeit – unsere Zeit (Tiempo de Dios – nuestro tiempo) Selección y edición de Erich Strick. Editorial Neue Stadt. Múnich. 1995. Traducción: FG.
Klaus Hemmerle
Gottes Zeit – unsere Zeit: Gedanken für jeden Tag
Herausgegeben von Erich Strick
Erfüllt ist die Zeit
1. Januar, Neujahr
Unser Weg, den wir zu gehen haben, ist ein Weg, an dessen Anfang und Ende nicht undeutliches Woher und Wohin stehen, sondern an dessen Anfang und Ende jener steht, der von sich sagen kann: Ich bin das Alpha und das Omega, ich bin der Anfang und das Ende. Ja, er ist der Herr der Zeit. Er ist mächtiger als alle Mächte, mächtiger als die Zeit und ihr Verlaufen und Vergehen. Aber seine Macht hat einen Namen, den wunderbaren Namen der Liebe. Er interessiert sich für uns, er denkt an uns, wir sind die geheime Achse, um welche seine Ewigkeit, um welche sein Leben schwingt. Er trägt uns schon immer im Herzen, und er wird uns noch immer im Herzen tragen, wenn alles vergangen sein wird.
(Aus einer Morgenfeier im Westdeutschen Rundfunk, 1.1.76)
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