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Por Uriel Iglesias Colón
“¿Quién es ese hombre de llagas cubierto,
quiénes aquéllos rodeándole, incierto,
quién por él conmisérase?
¿Por qué permiten que su sangre emane,
por qué no dejan que buen juicio sane,
por qué a él vitupérase?
“Mi hígado viértese al suelo manchando,
corre mi pecho en congoja nefando
entre crueles catervas.
¿Será como pecado en Belfegor
o cuál misterio sea, cuál dolor
que al Sanhedrín enervas?
“¡Mujeres, vamos! nuestro llanto lleve
consuelo tal que sea paz y siegue
la estigia soledad.
Injusta no es la ley que dio Moisés
bajo los fariseos no soez,
sino justa lealtad.”
Que no advirtieron los vacíos fondos
que sus palabras perfumaron, hondos
errores sentenciaron,
y la benigna acción quedó muy trémula
porque aceptaron la perfidia que, émula,
a apóstatas llevaron.
El Señor respondióles muy severo
“derramen no más llanto si yo muero
hierosolimitanas.
Lloren más bien por sus hijos que están
ya condenados y muertos darán
pues viértense mundanas.
“Un día desearán no nacer fértiles
y el fin de cananëos, ahora estériles
rozará sus simientes.
Facineroso pecho nutre al niño
pero su leche no es cual albo armiño
mas negra cual serpientes.
“Vean que a los profetas la verdad
no fue escuchada como ustedes dan
causa para expiación.
La inocencia no aprestan cual cordero,
en cambio ruin festín lleva al madero:
mandan crucifixión.”
No es menester: Dios a su pueblo cuida,
pueblo que fue y mostróse infiel en huida,
pérfido y traidor de Él.
Otrora sigue en revelado escrito
si no acuitado a los patriarcas cito
a celeste Belén.
Ya en Parasceve nos figura Adán:
mas cuerpo y sangre en sacrificio da:
padre Él será, postremo.
Mas a quienes no constríñense en condena
ni en Su descenso sacará por pena
tremendo juez en pleno.
Epodo
Quantus planctus dedit fructum
omni puero puellae justum?
Hierosolimae Filiae!
Hic damnatas manus satas
non praescribo simul ratas
sed proclamo Mariae!
Traducción:
¿Cuánto lamento dio fruto justo
en todos los hijos de las mujeres?
De las hijas jerosolimitanas!
No prescribo aquí la misma sentencia
a las manos sembradas y condenadas
¡sino las encomiendo a María!
(Esta traducción fue realizada por el equipo de redacción de Spes.)
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