Sal Terrae

por | Feb 8, 2022 | 0 Comentarios

Por Santiago Bravo

Síguenos en nuestro canal de Telegram:
https://t.me/spesetcivitas

Estoy pensando en la blanca sal
que da sabor a todo alimento, 
pero si pierde su condimento
¡Tírala al polvo, porque es igual!
Y digo; ¡Cuánto será mi mal
si no te tengo, Señor, adentro!
Pues cuando miro, yo no te encuentro
en lo que guarda mi corazón;
sufro yo entonces la cruel pasión
de quien da vueltas sin tener centro.

¿Con qué milagro se ha de salar
la sal vacía de su substancia?
O ¿Con qué ciencia, arte o constancia
puede un desierto volverse mar?
Pero no quiero, Señor quedar
desperdigado por el camino
en el que pasas, cual peregrino,
con tus dolores, llanto y caídas.
Yo quiero darte lo que me pidas,
pero antes dalo, Señor con tino.

Vierte en mi polvo sólo una gota
de las que lloras, yendo de largo;
que un solo trago de llanto amargo
sabrá salar a mi sal, tan rota;
que si mi llanto sin sabor brota,
el tuyo sabe lo que es amor
y en él salado sabrá mejor
el mío que toda la sal del mundo.
¡Haz que, probando dolor fecundo,
llore y te sepa, Dulce Señor! 

Redacción

Redacción

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Entradas relacionadas

MDNMDN