No son sólo los años

No son sólo los años


No son sólo los años,
es la distancia del camino andado.
Son los riscos, las sierras y los peñascos
las palabras y heridas de los fracasos.

No son sólo los años,
son los niños que nos hablan cuando
soñamos.

Es tu cuerpo de madre que se abre
al abrazo, que se abre al milagro.
El olvido permanente de lo amargo.
La presencia de aquel que se fue, sin
apenas haber llegado.

No son sólo los años,
son las penas, frustraciones y retrasos.
Las promesas de un hombre que envejece
sin apenas haberse despertado.
Las historias, las naciones y las
lenguas que a ti y a mi nos cobijaron.

No son sólo los años,
es la distancia y la dureza del camino andado.

La entereza de una mujer “corazón
de hierro”, que acompaña a
su hombre para sobrevivir al naufragio.

No, no son solo los años.

14 de febrero, 2016

En un hospital de la Ciudad de México.

Atardecer Metepec, Mx. EGAM
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