En un pick de segunda ronda, Lamar Jackson es tomado por los cuervos de Baltimore. Este movimiento fue uno de los últimos hechos por Ozzie Newsome, el ya retirado gerente general de este equipo.
Muchos analistas, desde un principio, lo han querido ver como receptor o corredor. Últimamente, lo han querido ver como un jugador que no le gana a nadie. Sin embargo, la temporada pasada, contra equipos que ganaron más partidos de los que perdieron, los Cuervos ganaron seis y perdieron dos partidos. En esta temporada, han ganado dos y perdido tres.
Para poder analizar el caso de Lamar Jackson es más importante quitarle el peso a él y entender un poco más a esta organización.
El primer campeonato
En 1996 la ciudad de Baltimore volvió a tener un equipo de Americano. Este adquirió el nombre “Cuervos” en honor al gran Poeta Edgar Allan Poe, escritor que pasó sus primeros años en esa ciudad de Maryland; su cuerpo, de hecho, yace enterado ahí mismo. La organización sorprendió ganando su primer juego con un joven Ray Lewis. El caso de Lewis dejó muy en claro un detalle: Ozzie Newsome, el encargado de armar este equipo, tiene un ojo privilegiado para tomar jugadores. Esto incluye al gran entrenador Brian Billick, quien creó una de las mejores defensivas de toda la historia de este deporte. En el año 2000, en el super bowl XXXV, esta joven franquicia consiguió su primer campeonato.
El segundo campeonato
Los Cuervos se consolidaron como uno de los equipos más completos y competitivos de la liga. En el 2008, el visionario Ozzie Newsome seleccionó a John Harbough como el nuevo entrenador y trajo a Joe Flaco para ser el nuevo mariscal de campo
¿A partir de aquí inicia la magia? No; fueron temporadas competitivas, pero igual hubieron muchas irregularidades: llegaban a postemporada, pero perdían en el camino. En una final de conferencia, perdieron porque su pateador falló un gol de campo sencillo. Lo que trajo como consecuencia el despido inmediato de ese pateador y la llegada de uno de los mejores de toda la liga, Justin Tucker.
¿Qué ocurrió en la siguiente temporada? Los Cuervos ganaban, pero perdieron contra las Águilas de Filadefia y luego, el equipo de los Texanos, equipo invicto hasta ese momento, les pasó por encima. Fue una larga temporada: vino otra paliza por parte de Denver y Payton Maning, los favoritos para ganar el campeonato de esa temporada; en conclusión, esos Cuervos no le ganaban a nadie importante.
¿Y entonces? Pasaron a postemporada. Vencieron cómodamente a Indianapolis en el primer juego. Luego se enfrentaron a Denver, el equipo que les metió una paliza en temporada regular. El emocionante juego tuvo remontadas y un pase ave María de Joe Flaco que mandó el juego a tiempo extra. En esa temporada, tras palizas, derrotas, el despido del coordinador ofensivo, ganaron el campeonato.
Si no me sorprendes, no eres nadie
1996-2000, 2008-2012 ¿No tomó mucho tiempo ganar el campeonato? Para los estándares de la NFL de hoy (más que nada de comentaristas y fans furiosos de redes sociales), es demasiado tiempo: Ellos quieren ver fenómenos como Patrick Mahomes que consiguen su anillo en poco tiempo. Aprecian a mariscales de campo que lanzan como veteranos en tiempo récord: Joe Burrow y Justin Herbert (aunque sus equipos lleven marcas perdedoras)
¿Qué le queda a lo Cuervos con ese mariscal de campo que “no le gana a nadie” pese al buen récord? Bueno, tiempo y aprender. También generar una racha y sacar la casta en postemporada. Y si no es esta, siempre hay una próxima. Si usáramos como única medida los anillos de Super Bowl , Drew Brees sería el más grande fraude de la liga, porque en postemporada siempre pierde contra Minnesota.
Hay una triste verdad (para los individualistas, claro) detrás de este juego: de los 32 equipos, sólo uno gana el campeonato. En los últimos cinco años, los que no le ganan a nadie son todos menos Brady, Nick Foles, Partick Mahomes. No contamos a Maning, porque fue su defensiva la que ganó ese campeonato ¿O no? Eso dicen los números.
Por fin, y sólo entonces, volvemos a Lamar Jackson. Un chico que lo ha hecho muy bien, un chico joven que no deja de mejorar. Si algo nos ha enseñado la historia de los Cuervos es que ganar toma tiempo. En el camino hay derrotas dolorosas, palizas humillantes. No debemos olvidar que muchos mariscales que todos recuerdan con cariño (Marino, Tarkenton, Kelly, etc.) se fueron sin ningún anillo en sus manos.
Al final, esto es un juego
En esta época, parece que si no eres perfecto, eres un fracasado, no vales la pena y eres una vergüenza como estadounidense. Los negocios ya son así; si no levanta al salir, no funciona, si algo malo pasa, retíralo. ¿Dónde está la paciencia? ¿Dónde está el trabajo? ¿Dónde está el proceso de maduración y aprendizaje? Todos daban por muerto a Ryan Tannehill por su fracaso con Miami. Ahora, es uno de los mejores mariscales de campo en uno de los equipos más competitivos de la NFL, los Titanes de Tennessee.
En conclusión, parece como si el error, la falla y la demora fueran los peores pecados del siglo; cuando en realidad es lo más común. Esa prisa no es el estilo de Ozzie. Esto se trata de seguir aprendiendo, seguir de frente, crecer, afrontar los problemas, perder hasta por fin ganar un campeonato. Este deporte enseña que el trabajo nunca termina. Siempre hay un nuevo obstáculo adelante. Por eso, lo más importante, al final, es no olvidar divertirse, porque esto es un juego ¿O no?
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