Bertín Francisco Rivera Sánchez
Había una vez un niño llamado Timmy. Un día Timmy se puso sus zapatos favoritos, y no le quedaron. Timmy se quedó perplejo y no sabía qué estaba pasando.
Timmy corrió a buscar a su mamá Lucy para contarle lo sucedido. Lucy le explicó, que estaba creciendo y por eso ya no le quedaban los zapatos. Timmy se quedó pensando “¿Qué es crecer?”

Llegó la noche y Timmy se fue a dormir. Soñó que se hacía muy grande como un gigante y que le daba miedo a todos y ya nadie lo quería.
A la mañana siguiente, fue con su papá Juan para decirle que no quería crecer porque crecería como un gigante y le daría miedo a la gente, y nadie lo querría entonces.
Y su papá le dijo que crecer no era malo porque todos crecemos y añadió: “las personas te van a querer por tu forma de ser, no por tu tamaño”.
Por la noche Timmy soñó que todos se burlaban de él por su voz ronca.
Despertó y fue con su ”buelo” Luis para decirle que no quería crecer porque todos se burlarían de él por su voz ronca. El abuelo le explicó que no debía preocuparse, que los de la tercera edad tenían la voz ronca y que nadie se burlaba. Pero sí le recomendó que se lavara siempre bien los dientes, porque eso sí ayudaría que las personas no se molestaran cuando hablara.
La luna apareció y Timmy soñó que estaba muy sucio y nadie se le acercaba.
Por la mañana le contó a su ´”buela” lo sucedido y ella solo le dijo que con baño diario y medidas de higiene estaría bien.
Cuando se fue a la cama soñó que le crecía mucho pelo y parecía un oso. Al siguiente día su mamá lo llevó al doctor. El doctor le dijo que no tenía nada de malo crecer.
Timmy por fin se quedó tranquilo. Y al regresar a casa cayó en la cuenta, de que solo tendría que conseguir otros zapatos favoritos más grandes.

FIN
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