Megalodonte vs. Delfines

por | Ene 30, 2021 | 0 Comentarios

Por María Emilia Rivera Sánchez

El 25 de marzo de este año se estrenará la película Godzilla vs. Kong; una lucha entre dos personajes de ficción muy conocidos y cada uno con características temibles. ¿Quién ganará la batalla? Quizá los afilados dientes de Godzilla tengan alguna ventaja sobre la fuerza de Kong, las especulaciones no son objetivas y dependen de quién es tu personaje de culto favorito.

Y ya que pensamos en batallas épicas ¿qué hay del temible megalodonte contra los delfines?

“En esta esquina” tendríamos al megalodonte, una especie extinta de tiburón. El depredador prehistórico medía entre 15 y 20 metros de largo y podría pesar entre 50 y 100 toneladas. Para hacernos una idea: un autobús escolar pesa 12 toneladas (12,000 kilos), por lo que un megalodonte promedio sería equivalente a 5 autobuses escolares. Su nombre significa: dientes gigantes. Sus dientes eran temibles hace 23 millones de años. Según los registros fósiles sus dientes medían al menos 18 centímetros, semejante en tamaño a la palma de una mano y su mordida era de las más fuertes.

El solitario depredador era increíblemente veloz y voraz. ¿Por qué un depredador tan fuerte se extinguió? Algunos científicos coinciden en que el enfriamiento de la era de hielo y los cambios del nivel del mar contribuyeron a su extinción gradual. El megalodonte fue sustituido por el tiburón blanco y también las ballenas barbadas aumentaron su tamaño.

“En la otra esquina”, se encontrarían los delfines, que miden entre 2 y 4 metros de largo, dependiendo de la especie, y pesan entre 75 y 270 kilos. Los delfines pueden tener diferentes colores, hay grises, azules, marrones y rosas. Son de sangre caliente, ágiles y sobre todo inteligentes. La cola de los delfines, puede moverse en diferentes direcciones y es un propulsor muy fuerte. Su nariz es muy dura y la utilizan especialmente para atacar tiburones. Los delfines tienen una piel resbaladiza, son excelentes nadadores y siempre están en manada.

La batalla seguramente sería reñida, sin embargo ¿por qué el megalodonte le tendría hoy miedo a los delfines? Me atrevo a afirmar que los delfines atacarían al megalodonte con la misma estrategia que usan contra los tiburones: nadarían debajo del vientre del megalodonte y lo golpearían varias veces con su poderosa nariz. La propulsión haría que los golpes fueran muy fuertes y causarían graves daños en el vientre del megalodonte. Pero sobre todo, la manada de delfines se enfrentaría al solitario megalodonte y no sólo lo vencerían por la fuerza de sus golpes, sino porque trabajarían en conjunto y el ataque sería organizado. 

Redacción

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