Crédito de portada: Soner Arkan
Entérate de SPES en Telegram:
https://t.me/spesetcivitas
Hay dos músicos no católicos que deseo que estén en presencia de Dios. Uno es Johann Sebastian Bach. Sé que fue protestante. Fue luterano toda su vida. Sólo compuso una misa para el culto católico. Sin embargo, todos sus trabajos corales y oratorios exudan una devoción a Dios que se contagia. Sus letras son sencillas: para que el pueblo germánico las entendiera. El otro músico no es cristiano. Ni
siquiera es occidental. Es un musulmán paquistaní místico, dedicado a cantar las alabanzas de Dios, Nusrat Fateh Ali Khan. Un poeta de Dios en todo mérito.
Nusrat nació en Pakistán en 1948. Murió en Londres en 1997. Su familia se había dedicado a la poesía y cultos religiosos islámicos por más de 600 años. A lo largo de varios siglos en el norte de Pakistán, en la región del Punjab, se desarrolló un encuentro entre la cultura musical india y el islam en su vertiente mística que es el sufismo. El sufí, practicante místico de sufismo, vive con la convicción de que Dios
está siempre cerca, o sea que el contacto con Él es asequible. Esto, independientemente de que Dios sea un misterio inescrutable para la lógica y que esté fuera de la comprensión racional. De tal modo el sufí no se enreda en cuestiones filosóficas, sino que vive intensamente el misterio de las paradojas divinas en el gozo de su contemplación.
La poesía mística sufí expresa las verdades que brotan de la contemplación de Dios en clave de paradojas. De modo que no son una serie de explicaciones, sino de enigmas insolubles que acercan al creyente a la unión con Dios de un modo más directo. En una serie de invocaciones, relatos y paradojas, el cantor y poeta transmite sus sentimientos y reflexiones sobre la inefabilidad divina junto con la fuerte experiencia de su presencia.

¿Cómo es el qawwali?
El qawwali es un tipo de canto y poesía mística que habla sobre el gozo humano ante la inefabilidad de Dios. Es una obra coral y colectiva, guiada por un cantor principal, y se acompaña con instrumentos de la tradición indostaní, como la tambura y el tabla, así como del armonio y de las palmas de todos los presentes. El término qawwali viene del árabe qawal, que significa “recitación”, en este caso, una
recitación literaria, que se convierte en reflexión personal y colectiva de una comunidad. Generalmente el qawwali se canta en urdu, una lengua indoeuropea parecida al hindi, pero que se habla en Pakistán. Naturalmente, asume muchos términos islámicos en árabe clásico.
En Pakistán, se conoce a Nusrat como el “shahenshah-e-qawwali”,o sea, el emperador del qawwali, pues llegó a ser un gran intérprete de este género religioso y popular. A la fecha es tenido como un gran ejemplo. Con su música encendió la devoción a Dios en el corazón de muchos musulmanes alrededor del mundo. Pero ¿cómo está estructurado este género de poesía? Hay muchos subtipos de esta
literatura, pero, en general, tiene cinco partes: Primeramente hay una improvisación musical, llamada Ragga, propia de la música india. Luego vienen unas breves palabras sobre la naturaleza divina. Viene después un relato cosmogónico, que une a la divinidad con el cosmos. Continúa un relato islámico, propio de esta religión. Al final viene una reafirmación de la absoluta presencia de Dios, independientemente de que esté llena de paradojas para nosotros.
Asomo a algunos versos de qawalli:
Hay una pieza o poema de qawalli que me encanta. Se intitula Allah Hoo, que se traduce como “Dios es”. En esta pieza, se hace énfasis en que Dios “simplemente” es, y que es inútil buscar otra explicación, sino que sólo hace falta vivir el gozo de la experiencia de la unidad con Dios. En ese sentido, el cantor ayuda a que los oyentes se acerquen a la unidad con Dios, no a través de razonamientos, sino por la experiencia del misterio divino que es una paradoja que se contempla con deleite.
Al principio de esta pieza, el poema dice: “ Rey de reyes, el que no tiene igual (…) Cada ser testifica que Tú estás presente. Cada ser canta tus glorias. Tú estás presente en cada ritmo, en cada tonada. De tu Nombre está cada comienzo y a tu Nombre va todo fin” Con estas palabras el cantor pretende decir que Dios no es lejano, sino que está presente en todas las cosas, o que ellas apuntan a Él.
Dios no es las cosas, pero ellas apuntan a él. Más bien, Él está presente antes que ellas, en un “nada” que significa la ausencia de las criaturas. El relato cosmogónico dice de ello: “Cuando no existía esta región, ni existía la tierra. Cuando ni la luna ni el sol existían ni tampoco el universo. Cuando el Secreto de la existencia no había sido dado a nadie. ¡Cuando no había ahí nada, no había nada más que Tú!” El
poeta manifiesta con este verso la superioridad causal de Dios, que no se identifica con ninguna cosa, y que está fuera del tiempo, pero le da referencias bellas como la del sol, la luna, y la presencia divina.
El poema continúa refiriéndose a la gloria de Dios presente en todas las cosas y dejando en confusión a la mente humana, sobre todo la del filósofo, que es demasiado analítica: “Cada cosa refleja tu gloria. Cada ser grita que Tú eres el Sustentador. Dios es. Es la distinción de tu Rostro misterioso. Tu eres el eterno Señor del universo. Cada instante tu muestras tu gloria y azoras a la mente inquisitiva, Cada rama canta las alabanza de tu creación. Cada hoja manifiesta la gloria de tu creación.” La mente inquisitiva no puede disfrutar de la unión con Dios, por eso el asombro da paso a la aceptación sin exigir una explicación racional limitada a la naturaleza humana. Luego, en el relato islámico, el poema refiere al episodio del viaje nocturno, en el que Mahoma, guiado por el ángel Gabriel viajó a Jerusalén y de ahí, montado en la creatura alada Buraq, visitó el Cielo y vio a Dios:
“Cuando el profeta ascendió á los cielos y fue removido el velo entre el Señor y el sirviente (…)” Con ello se hace una referencia a la vida de Mahoma como autoridad, que busca quitar lo que separa a Dios de las creaturas. Yo, desde una perspectiva católica, me conmuevo profundamente con este genero de poesía mística. Hay muchos aspectos que aprender de ella para mejorar nuestra relación con Dios, pues el qawwali es fundamentalmente oración, yo digo que es casi un sacramento, pues hace sentir viva la presencia de Dios a una comunidad.
Me quedo con tres aspectos. Por una parte, con que Dios está siempre presente y no es difícil encontrarlo porque toda la creación apunta a Él. Luego con la aceptación de que nuestro intelecto humano se puede confundir y ofuscar ante las paradojas divinas. No hace falta explicación, solo hace falta sentir y vivir la experiencia de unión divina. Por último, cuando visito al Santísimo, no puedo evitar
recordar el verso que dice que el velo que separaba al Señor del sirviente fue removido. Si al Profeta le fue dado ver a Dios de modo breve y fugaz, aquí en el sagrario puedo ver a Dios sin el velo y por un largo tiempo. Puedo ver y dejarme ver. Se puede dejar hacer al Creador la unión mística. El cantor con características de profeta. El cantor, en este caso Nusrat, como un poeta místico, es eminentemente un factor de unión entre la gente y Dios. Por eso tiene características de profeta: indica a la gente que Dios está presente y se deja alcanzar. Que somos nosotros quienes ponemos obstáculos para experimentar su presencia al tratar de explicarla. El poeta tiene funciones de profeta por estas características:
- Dice las verdades de Dios en lenguaje sencillo, incluso si son complejas
paradojas. - Transmite su devoción profunda e intensa hacia Dios, con palabras, canto y
gestos. Puede hacerlo con seguridad y gozo patente. Invita a los demás a
mostrar devoción a Dios. - Manifiesta que las paradojas divinas pueden contemplarse con disfrute y
aceptación. No necesitan de explicación. - Muestra las cosas que no son evidentes, y profundiza el sentido de la poesía
como reflexión. - Invita a los oyentes a cambiar de vida para que vivan en la constante
presencia de Dios, dejen las acciones y cosas que apartan de Él, y vivan con
fe y felicidad.
Te dejo aquí las dos versiones del mismo canto. Del segundo traduje del inglés los
versos citados. Con ello podemos abrirnos a comprender otras tradiciones religiosas
que hablan sobre la experiencia de Dios en lo cotidiano.
Video con letra:
Gracias, Gabriel.
Excelente artículo y bella música la de Nusrat.