A propósito de
Un faro en Lontananza
Pedro Peón Espejo
Yucatán, 2021
La poesía de Pedro Peón no es sensacionalista, ni está hecha para agradar a los críticos del momento. Sobre todo, porque está dispuesto a aprender del pasado, tanto en el contenido como en la forma: romances, sonetos, redondillas y versos alejandrinos.
Ganó el Premio Internacional Bachillerato Anáhuac PIBA 2017 por el poema “Lo que trasciende las guerras y las castas”. Está incluido en el libro. El poema trata sobre la amistad entre una mujer española y una mujer indígena. Los versos cuentan cómo un grupo de indígenas armados asaltan la casa de los españoles, matan al esposo y apresan a la mujer. Sin embargo, su amiga indígena logra que la liberen.
“¡Detengan ahora mismo esta injusticia!”
Manuelita entre llantos exclamó.
“En ella yo les juro no hay malicia
y si muere, ¡también me muero yo!”

Si tuviera que elegir entre los poemas de Un faro en lontananza, me quedaría con los narrativos; en especial, con el último: “Romance marino”. Cuenta la historia de un naufragio. A bordo iba una mujer joven arrepentida de desairar a su pretendiente. Él era criollo. Ella, “noble castellana”, viajaba ya para España cuando el barco se hundió. A pesar de la tragedia, el final del poema es esperanzador.
La esperanza es tema central del poemario. El faro en lontananza al que alude el título la simboliza. En el poema “Remembranzas” se ve un ambiente de desolación en el que luego hay una luz, un motivo. Unos versos preguntan:
¿En dónde se han quedado las cosas y lugares
que daban a mi vida sus notas singulares?
Versos después, el mismo poema responde:
mas luego en la tormenta, ¡una luz de salvación!
¡Regrésame el sosiego, la paz y la esperanza
cual barco que divisa aquel faro en lontananza!
A tono con la esperanza, algunos de los poemas son manifiestamente infantiles. Si queremos que el cuidado de la lengua ocupe un lugar en las ciudades, hemos de darles su espacio a los niños. Mostrarles cuanto antes lo que nuestra literatura tiene especialmente para ellos.
Pienso, por ejemplo, en “Por la ventana”, la historia de una princesa a la que obligarán a casarse con un príncipe musulmán, pero que, en vez de ir a su boda, se escapa por la ventana.
Mas al sentir la esencia esa mañana
se acordó de su amor primaveral
y audaz se escabulló por la ventana.

Éste es el primer poemario de Pedro Peón. Como todo buen primer libro, es doblemente interesante: por lo que hace y por lo que promete. Las ilustraciones, además, son obra del pintor yucateco Alonso Gutiérrez Espinosa; en tonos grises, revelan sin orillas la atmósfera y las escenas a lo largo del libro.
…
Lee aquí algunos de los poemas de Pedro Peón:
– La turbonada
– Himno a María
– Romance marino
– Meditación
– Décima a la esperanza

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