La serie, Succession, estrenada en el 2018 en HBO, tiene muchas cosas interesantes que pueden gustarle a un público en general.
Creada por el británico Jesse Armstrong, escritor y productor de otras series como Babylon (2014) y Fresh Meat (2011), trata sobre la familia Roy, dueña de un conglomerado de medios multimillonario.
La premisa es muy sencilla, el patriarca de la familia, Logan Roy (representado por Brain Cox), ya está grande, y, sus cuatro hijos, tres hombres y una mujer, buscan el trono que dejará, indudablemente, el padre.
Sí, se parece un poco, en ese sentido, a Game of Thrones, que, como su nombre lo dice, los protagonistas de la serie buscan el poder máximo. Succession, en ese sentido, se repite.
Sin embargo, es interesante ver a una familia que pertenece al 1% de la población, es decir, muy muy ricos. No trabajan para comer. No trabajan para ir de vacaciones a ningún lado. Trabajan por poder, nada más. Sus más profundos y secretos deseos, giran alrededor de querer poder.
Son personajes que están solos, que sus adversarios son sus familiares; cuando caen, no hay quién los levante y cuando triunfan, no hay quién los felicite. Educados principalmente por su padre para ser competitivos, aguerridos y ambiciosos, los cuatro hijos tienen como rival común a su padre, que es por mucho, el más inteligente de todos.
Cada hijo tiene una relación diferente con su padre, que parece no querer a ninguno, sin embargo, no los deja ir. Si la vida le diera, jamás dejaría el poder. Pero la vida ya no le da más, y la sucesión de poder es un asunto de cuándo y de cómo, nada más.
Otro aspecto interesante, es que no es fácil identificarse con ningún personaje. No hay un protagonista agradable, que uno como espectador quiera ver triunfar. Por unas o por otras, todos los personajes nos parecen antipáticos, lejanos a nosotros. Y, aun así, queremos ver que pasa, queremos ver qué sigue.
La serie, actualmente, está en su tercera temporada, con una cuarta ya garantizada. Entonces, si la empiezan a ver ahora mismo, tendrán muchos episodios por ver, muchas horas de entretenimiento sin parar, para esperar a la cuarta temporada.
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