La Asociación de Familiares y Amigos de Pacientes Esquizofrénicos de León, Guanajuato (AFAPE A.C.) es una organización no gubernamental que brinda apoyo y consultas en el ramo de las enfermedades mentales. Tuve la oportunidad de recibir sus servicios. Gracias a su apoyo para tratar mi trastorno pude salir adelante. Al mismo tiempo, me sensibilicé sobre la problemática y entendí todo un mundo de conocimientos que ignoraba sobre un temá que tenía estigmatizado.
Les comparto una entrevista con Karina Torres, coordinadora de AFAPE. La entrevista nos permite asomarnos a los orígenes y al espíritu que anima la noble labor de AFAPE. Además, nos puede servir para aprender más sobre la esquizofrenia, un tema tabú entre los mexicanos. Un tema que incluso está satanizado por nuestra idiosincrasia y ha sido dejado en segundo plano por la mentalidad de algunos de nuestros gobernantes.
Con ilusión comparto el inicio de un viajede la revista SPES sobre el inagotable tema de la salud mental y los padecimientos psicológicos. En contribuciones futuras, reflexionaremos sobre la naturaleza, mitos y tratamientos de estos malestares.

1. ¿De dónde nace la iniciativa para crear una organización de este tipo en León Guanajuato?
Hace 19 años, un grupo de padres de pacientes con esquizofrenia tuvieron la necesidad de formar un grupo de autoayuda para apoyar a sus hijos bajo la tutela de su médico, el doctor Jaso. Con tiempo y oportunidades, lograron formar una organización, cuya meta era formar una casa de acogida de medio tiempo: Un espacio donde los chicos pudieran permanecer cuidados y atendidos durante todo el día y, luego, retirarse a dormir a sus casas. No se pudo concretar el proyecto; pero tras una serie de cambios, remodelaciones a nivel legal y acuerdos en la mesa directiva, se terminó consolidando un consultorio de consulta externa. Crearon un espacio para que un paciente reciba una consulta y, al término de esta, se retire a su hogar.
Los servicios que se prestan son dos: 1) consulta, ya sea psiquiátrica, psicológica o de nutrición; y 2) farmacia, para brindar apoyo con los medicamentos requeridos, ya que estos suelen ser de un precio muy elevado en el mercado. Se suele atender en psicología a personas a partir de los 3 años y, en psiquiatría de los 10 en adelante. En cuanto a la farmacia, se subdivide en dos boticas: una la de trastorno mental (neurología y psiquiatría) y otra general (cualquier medicamento que se venda en farmacia que no requiera receta).
¿Fue difícil encontrar a los profesionales de salud mental? ¿Cuál es el perfil con el que cuentan?
Llevo once años aquí, y hay cosas que no puedo asegurar como tal, pero hasta donde sé todo comenzó con el doctor Jaso monitoreando la organización. Él invitó a otro doctor, Salvador Zedillo, quien estaba interesado en apoyar con el proyecto y contaba ya con una experiencia muy extensa en el hospital psiquiátrico. Él se ha encargado de formar a los psiquiatras de la organización. La demanda de pacientes en psiquiatría fue creciendo, y el doctor fue recomendando a sus mejores alumnos para los puestos.
Los doctores deben pasar por el visto bueno del doctor Salvador Zedillo, quien evaluá a sus alumnos para recomendar a los más aptos y preparadoas. Paralelo a esto, los doctores se someten a una entrevista y exámen psicológico y psiquiátrico para determinar si están en las óptimas condiciones para ejercer su profesión. A la fecha contamos con cinco psiquiatras trabajando en el consultorio. Algunos están especializados en adicciones, otros en ansiedad y depresión. En cuanto al propio doctor Salvador Zedillo,se encarga de los casos más difíciles.
Los psicólogos como requisito deben tener experiencia en hospital psiquiátrico, conocimiento de la rama de la farmacología y de cómo lidiar con un paciente de este tipo. Además, los psicólogos mantienen una comunicación continua con los psiquiatras con el fin de informarmes y discutir sobre sobre los casos que atienden en común, los avances y detalles del padecimiento. Evidentemente todo esto sin inmiscuirse en la vida personal de los pacientes.

¿Cómo hacen para que los precios de las consultas y medicamentos sean accesibles?
Esto lo hemos logrado gracias a los diversos apoyos que afortunadamente hemos conseguido. Apoyos del gobierno municipal, estatal, donativos de particulares en especie (medicamento) o monetario bajo una cuota accesible. El dinero que la institución recauda se destina en 80% (aproximadamente) a la compra de medicamentos y 20% a los gastos operativos de la instalación. Con este gasto se busca reducir un poco el precio, además de que, al priorizar la compra de medicamentos en volúmenes grandes, conseguimos precios un poco más baratos.
En el caso de los doctores, han aceptado cobrar a un rango del coste menor del habitual en consulta particular, pues todos ellos tienen una vocación dentro de la organización para apoyar y hacer accesible el tratamiento. Hay pacientes que terminan tan agradecidos por el apoyo que llegan a darles detalles muy humildes pero plenos de significado (una paletita, un bordado hecho a mano, etc.) Para muchos de los profesionales estos detalles son muy significativo y satisfactorios, pues muestran el impacto de su profesión en la vida de las personas.
¿Cómo ayudar para que esto siga siendo así, sobre todo en un municipio como León donde hay mucha pobreza y gente necesitada de estos servicios?
Pertenecemos a una red de asociaciones. Este consejo nos permite tener un día en la feria de León, afuera de Polifórum, para realizar una tómbola. Recaudamos previamente productos en buen estado (zapatos, juguetes, ropa, lámparas, cazuelas, etc.) que la gente quiera donar para ponerlos en la tómbola. Se rematan zapatos en buen estado (preferentemente nuevos) y además vendemos cachitos para dicha tómbola. Todo esto con el fin de juntar más dinero. En esta ocasión nos otorgaron tres día: el 18 de enero, el 6 de febrero y el 8 de febrero del 2022. Pueden apoyarnos con donaciones o comprando su boletito en este evento.

¿Qué tan informados creen que estamos en México sobre la esquizofrenia? ¿Qué prejuicios sienten que son los más comunes en México sobre estos padecimientos?
La población en general aún está muy pobremente informada. Todavía recurren a tratamientos alternativos no científicos (el sacerdote, el chamán, el brujildo, el remedio de la comadre, etc.) y el profesional es el último recurso. La televisión ha satanizado mucho la profesión, al grado de que la gente nos tiene miedo y creen que van a ser internados y aislados de la sociedad. Tenemos que trabajar muy de cerca y mostrarles que no internamos más que en situaciones demasiado extremas donde el paciente corre peligro. Además de que mucha gente tiene el estigma de que los medicamentos son como las drogas y generan dependencia. El objetivo del medicamento no es que el paciente lo tome por el resto de su vida, sino que paulatinamente se retire y no sea necesario nunca más. Se busca que logre tener otras estrategias o mecánicas para no necesitarlo. En otras palabras, sólo es una ayuda momentánea.
Pero esta incomprensión del tema también viene por parte de algunas autoridades gubernamentales. Antes, el Seguro Popular se encargaba de cubrir la mayor parte de los tratamientos mentales. Desde que se eliminó, el paciente y la familia se han visto en la necesidad de cubrir el tratamiento.
¿Cuál es el rol de la familia o del círculo cercano al paciente durante la terapia?
El paciente puede querer cambiar, pero si el entorno no nos apoya, es más complicado para el paciente. Puede lograrlo, pero no de la misma manera que si los que lo rodean lo apoyan y ayudan durante el tratamiento. El tratamiento no es milagroso ni de una sesión; implica que hay una secuencia para sanar, toma tiempo pero la familia debe entender que, de lograrse un buen resultado, el paciente nunca volverá a pisar nuestras instalaciones. Sin embargo, se entiende que la familia a veces ya está muy cansada y harta del paciente, pues no es sencillo acompañar ni convivir con personas con ciertos padecimientos mentales. Es importante trabajar con ellos para que entiendan al paciente. Obviamente también hay que tener en cuenta que luego sigue el otro círculo social, sus amistades, pareja, etc.
¿Qué retos nuevos aparecieron con la pandemia?
Durante la pandemia las consultas psicológicas incrementaron en 56%, las psiquiátricas en 200%, y la solicitud de medicamentos aumentó en 150% (porcentajes y cantidades aproximadas) ya que los hospitales cerraron consultas de salud mental para darle prioridad al virus, y los pacientes nos buscaron para poder continuar con sus tratamientos.
Eso fue por el lado del consultorio, sin embargo, a nivel farmacia, no sólo aumentó el número de los tratamientos mentales, sino también en los crónicos degenerativos (diabetes, hipertensión, enfermedades respiratorias, diálisis). Pues personas con estos padecimientos también se habían quedado sin acceso a medicamentos por el desabasto. Todo esto no pertenecía a la rama a la que nos dedicábamos pero, con el fin de ayudar a la gente y no dejarla sola, tuvimos que empezar a atenderlos y expandir el inventario.
La situación llegó al límite cuando tuvimos que empezar a abastecernos de paracetamol, un medicamento tan cotidiano y a la mano pero que durante la pandemia dejó de ser fácil de conseguir. Lo agregamos al inventario y tuvimos que mandarlo pedir a otro estado para poder abastecer a las personas que lo necesitaban.
Antes de la pandemia buscábamos el crecimiento institucional: mejorar las instalaciones, comprar inmobiliario, arreglar la fachada; ante la emergencia sanitaria, postergamos dichos proyectos y se volvió prioridad conseguir todos los medicamentos que necesitaban las personas.

¿La gente cómo suele llegar a ustedes?
No hacemos publicidad. La mayoría llegan por recomendación de boca en boca, ya sea por antiguos pacientes o doctores particulares que nos conocen y que han trabajado con nosotros. Tenemos diversas colaboraciones con empresas que mandan a sus trabajadores. Hay doctores que saben que tenemos el medicamento accesible para los presupuestos de la gente, y mandan a nuestra farmacia a sus pacientes. Además, hay algunas escuelas que nos conocen.
¿Podrían decir en términos generales por cuáles padecimientos suelen acudir más a su institución?
Ansiedad y depresión. Padecimientos que aumentaron much´ísimo con la pandemia. La pérdida de empleo, los recortes, el aislamiento, el miedo a enfermarse y demás factores contribuyeron a que estos padecimientos se incrementaran en la población. Cuando esos niveles cruzan un límite, este proceso deriva en la depresión. En los adolescentes se despertaron los transtornos obsesivos compulsivos y, en los adultos mayores, la ansiedad por el miedo a la enfermedad y la muerte.
Se estima que para el 2030 la mayor parte de la población mundial haya presentado al menos un periodo de ansiedad o depresión. Hay que prepararnos para lo que viene.
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