Besar la esfinge

por | Oct 25, 2020 | 0 Comentarios

La tumba más emblemática en Pére-Lachaise es la del dramaturgo irlandés Oscar Wilde. Tras una estancia en la cárcel de dos años murió en bancarrota en París. Los pocos amigos que tenía pudieron pagar por una tumba modesta en un cementerio a las afueras de París. Nueve años después de su muerte -su amigo Robert Ross- trasladó el cuerpo al famoso cementerio. Jacob Epstein esculpió en una piedra de 20 toneladas una esfinge en pleno vuelo, inspirado por el poema “La esfinge” de Wilde. La escultura molestó a varios, especialmente por los testículos, que fueron cubiertos y años después alguien los robó.

Los admiradores comenzaron con la tradición de besar la tumba y dejar la marca del labial, asimismo dibujaban corazones y mensajes. La piedra era decorada una y otra vez con besos rojos. Sin embargo la pintura penetraba en la piedra y cada vez era más difícil limpiarla porque se volvía porosa. Las advertencias y multas no servían, tampoco una placa en la que se pedía que no se besara la tumba. Es por ello que en 2012 el nieto de Oscar Wilde decidió colocar una vitrina de dos metros de altura rodeando la tumba. Así como una gota constante puede penetrar en la roca, los besos erosionaban la tumba.

Andrea Fajardo

Andrea Fajardo

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